1.- En la oficina

Recuerda que el aire acondicionado y la calefacción son pequeños enemigos para el usuario de lentillas, ambos resecan el ambiente provocando sequedad ocular y si le añadimos el uso de ordenadores y tablets, dicha sequedad aumenta.

Para reducir o evitar la sequedad te aconsejo el uso de Lagrima Artificial de buena calidad para humectar tus ojos. No hay que usar colirios ni vasodilatadores (ejemplo Visprim). No están indicados para humectar

2.- Cuando subas al avión

Si vas a viajar en avión es recomendable quitarte las lentes de contacto antes de subir, pues el ambiente en cabina es muy seco, lo que puede provocar alguna molestia en los ojos. Si decides viajar con ellas puestas, resulta recomendable llevar un bote de gotas humectantes para evitar la sequedad.

3.- Cerca del agua  

• Nada con gafas acuáticas si te dejas puestas tus lentes de contacto, para evitar que los ojos entren en contacto con el agua y así prevenir la irritación o contagio de bacterias que residen en el agua.
• No debes quitarte las lentes de contacto en cuanto salgas del agua, espera un tiempo, unos 30 minutos, para que las lentes se vuelvan a hidratar correctamente con la lágrima. De esta forma recupera su movilidad en el ojo antes de la extracción.
• Para proteger los ojos tanto del sol, como de la arena u otras partículas que pueden entrar en el ojo, ponte también gafas de sol.

 4.- La higiene adecuada

• Si vas a practicar algún deporte, o sudas bastante, usa gorra o cinta en la frente para evitar que el sudor entre en los ojos, ya que pueden contener bacterias.
• Ambientes muy secos, pueden provocar que las lentillas nos molesten. Para evitarlo pregunta a tu Óptico-Optometrista por el uso de gotas humectantes.
• Nunca uses agua del grifo para limpiar las lentes, ni ningún otro producto que no te haya prescrito un Óptico-Optometrista, para evitar la acción adversa de los microorganismos.
• Confirma que el portalentes se queda seco, puedes quitar el exceso de solución con una toallita. Además, no olvides que se debe reemplazar como máximo cada 6 meses, pese a que es aconsejable cada mes.