Les presento hoy a 2 de las lesiones más comunes, que padecemos en las zonas con una exposición intensa al sol, como por ejemplo en La Palma.

Las solemos llamar ¨carnes crecidas¨, por la forma  que las vemos en el espejo u otra persona te la ve al mirarte a los ojos. Sin embargo sus reales son Pterigión y Pinguécula.

Son semejantes pero no iguales, veamos pues sus características:

Pterigión: Pliegue triangular de la conjuntiva, que crece sobre si misma hacia la cornea. Si crece hacia el centro de la cornea, nos puede llegar a afectar en nuestra visión, ya que podría llegar a tapar la pupila. También puede causar astigmatismo, deteriorando la visión del paciente.

Está relacionada con la exposición de los ojos a la radiación UV del sol, aunque pueden factores hereditarios. Solo precisa tratamiento cuando sucede lo descrito anteriormente, se realiza una cirugía sencilla con láser para extirpar el pliegue.

Pinguécula: Engrosamiento blanco-amarillento inocuo del epitelio conjuntival (zona blanca del ojo). Suele crecer en la parte nasal, aunque puede estar en la parte temporal o amabas a la vez. Se debe a una degeneración del tejido colágeno del epitelio, suele ser bilateral aunque puede ser asimétrica.

Se asocia directamente con la exposición solar por la radiación Ultravioleta. No suele causar molestias y no precisa tratamiento, aunque si está muy gruesa, al usuario de lentillas le puede generar molestias y desajustes en la adaptación a las mismas.

Ambas lesiones como he comentado anteriormente, total relación con la exposición a los rayos UV del sol.

En consecuencia nuestra mejor forma de ayudar a no tener estas lesiones, es usar unas buenas gafas de sol, siempre adquirirlas en establecimientos de óptica, únicos especialistas que nos garantizan, calidad absoluta en los cristales de las gafas de sol y además asesoramiento personalizado para cada paciente.

En óptica el valle, le garantizamos al 100%, la calidad de todas nuestras gafas de sol.